Cuenta la leyenda que, una vez, una princesa enamorada de las rosas entró en un bosque sintiendo el aroma de las flores, persiguiendo su belleza. Vio una cueva y entró en ella, estaba iluminada por cientos de velas, sintió un aroma extraño que la embrujó, vio a una mujer rodeada de cachibaches que iba utilizando y apartando, entre plantas, especias, aceites y ramas… era una bruja.
La princesa se acercó a su caldero, donde la mujer preparaba sus hechizos, quiso probar uno y le pidió un hechizo de amor. La bruja rebuscó entre sus cosas y le dio… un libro:
– Tú eres la magia, princesa. Búscala y encuéntrala en sus páginas. Encontrarás el amor cuando te encuentres a ti misma a través del corazón.
La princesa volvió a su hogar, se sentó rodeada del perfume de sus rosas y empezó a leer aquel libro que le había entregado aquella mujer sabia y que ella sintió mágico. Descubrió pócimas secretas, oraciones divinas, viajó por mundos ocultos, danzó bajo la luna, luchó con dragones ocultos, contra sus propios demonios, lloró, rió, sintió el éxtasis del amor, sufrió el desamor, se fundió en la nada y renació…
Las palabras de un libro te transportan, te hacen soñar, vivir aventuras, vidas imaginadas, sentimientos olvidados… te enseñan.
La princesa fue doncella, madre, guerrera, amante, hechicera, sacerdotisa, hada… mujer sabia… DIOSA.
Cuenta la leyenda, que aquel libro mágico se titulaba Camino Sagrado de la Diosa, sus páginas destilan amor y sabiduría y sólo cuando sientes con tu corazón y encuentras tu alma… la magia sucede.
Si alguien te regala este libro mágico recórrelo sin prisa y descubre sus secretos, el final… es tu propia historia.
¿Preparad@s para Sant Jordi?
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